
Los promotores sociales, técnicos e ingenieros de Acción Campesina, están muy comprometidos con las comunidades donde realizan su trabajo. Un ejemplo de ello, es el equipo de Huertos Familiares del estado Sucre, coordinado por Dionel Molina, también técnico de campo en el municipio Bermúdez. Dionel, junto a su grupo, se encargó de organizar el pasado 12 de diciembre en Playa los Uveros, una actividad tradicional: la volada de papagayos.

La arena, el sol y el mar como telón de fondo, fueron el escenario ideal para que niños y adultos dieran cuerda a los papagayos que se remontaban bien arriba. El viento, su mejor aliado, corriendo y jugando con ellos. Los niños y niñas, alegres viendo como lo que hicieron con sus manos se elevaba y surcaba los cielos como un festival de colores cubriendo el azul del cielo. Los adultos, dejando salir a ese niño interior para sembrar en los corazones de las nuevas generaciones, esas tradiciones que en su momento a ellos les fueron transmitidas por sus padres.

El propósito de dicho evento fue unir a las familias asociadas al proyecto, en la que los niños son participantes activos. Asimismo se buscó brindar esparcimiento y emoción navideña. Fue una celebración para cerrar el año, para premiar a los más comprometidos e impulsar las ganas a seguir participando.

La actividad estuvo conformada por 38 hombres y 27 mujeres, un grupo de 65 en el que había niños de todas las edades, desde menos de 1 año, hasta adultos mayores de 64 años. Todos participaron con mucho entusiasmo y emoción.

Al finalizar la actividad se realizó una premiación por el levantamiento de papagayos y el desempeño en el huerto. El comité organizador entregó aproximadamente diez regalos, con predominancia en zapatos y ropa.


El coordinador comentó que los adultos se mostraron muy entusiasmados en la organización, prestaron mucho apoyo y también volaron papagayos. Esta participación es una muestra de que las personas mayores tienen un sentido de tradición muy arraigado, así que son responsables de transferir esos conocimientos a los más pequeños.

En las comunidades, sus miembros tienen dimensiones sociales, emocionales y culturales, que se pueden impulsar con actividades recreativas y tradicionales como esta volada de papagayo. Al reforzar dichos aspectos de forma integral, cada individuo se compromete a ser agente de cambio en su entorno.
Exelente actividad llevada adelante con mucho sacrificio. Gracias a todos los voluntarios que lo hicieron posible.
Gracias Dionel y a todo el equipo, en especial a Carolina Risquez por tanto compromiso, por querer dejar en alto el nombre de Acción Campesina y por llevar alegría a estas familias que tanto lo necesitan.